La niñina traía una labor a medio coser y me pidió la máquina, una vez echas las presentaciones las dejé solas y empezó el jaleo, hilo que se rompe, canilla que se termina, alguna palabra subida de tono y ¡ZAS! asunto terminado: el "cosin" de hacer la canilla roto, máquina que "embarulla" el hilo y fin de la historia... Hoy vino Nati (es mi mecánica particular, ella y su hermana Loli son las que me enseñaron los rudimentos de la cosedera y las que resuelven mis entuertos con la máquina
hay están las canas del contrario y las manos de Nati, los dos en plena faena (yo observaba desde atrás...) Y estas son las entrañas de mi querida maquinita, deciros que después de abrirla y cerrarla dos veces quedó perfecta: solo tenía un muelle suelto
¿seré capaz algun dia de manejar la máquina con soltura? no pido ser tan hábil como las chicas que estan haciendo el Dear Jane, creo que ese nivel esta fuera de mi alcance, pero ¡jolín! manejarme y resolver mis problemas sin ayuda es lo mínimo a mi edad...
1 comentario:
Qué desvergüenza!! Mira que sacar en cueros a la pobre maquinita de coser... :))
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