Quien les iba a decir a las manoplas que disfrutarían tanto este invierno.
Fabricadas en el viaje furgonetero a Budapest.
Encontre la lana en una tienda en las afueras de Viena, a la que fuimos todas de compras laneras para tricotar en el viaje.
Me encantó por que es una lana con colores ácidos, muy rollo 8Os y además calentina.
Después de navidades han viajado con Nuri, su nueva dueña, a tierras ibicencas.
Ahí las vemos disfrutando de Cala Conta ( jolín que bonita se ve también en invierno).
Y viendo las fotos, me vienen a la cabeza un montón de recuerdos.
¡Vaya bien que lo pasamos juntas!
Si es que no hay nada mejor que los buenos amigos.
2 comentarios:
Con semejante paisaje os habrá costado arrancarlas de ahi, apetece agarrarse bien fuerte y quedarse mirando esa belleza.
Besinos
Si que es muy chula la lana con esos colores...pero claro, con ese paisaje de fondo no podian estar mejor!!
Ahhh, esas tijeritas me chiflan!!!
Buen fin de semana :)
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